Para tratar mi piscina, ¿qué antialgas?
¿Tu piscina está normalmente invadida por algas y buscas el mejor tratamiento antialgas para remediarlo? En este artículo te explicamos cómo determinar el tipo de algas con las que se está tratando y cómo deshacerse de ellas y así ¡recuperar el placer de una piscina limpia!
Las algas pueden estropear tu piscina y sus accesorios. Además, su proliferación puede ser peligrosa para los bañistas porque las algas hacen que las superficies sean resbaladizas y promueven el desarrollo de bacterias u hongos.Tabla de contenidos
Los diferentes tipos de algas
Antes de considerar el tratamiento, deberás identificar el tipo de algas con las que estás tratando para poder adaptar la elección del tratamiento antialgas, así como la frecuencia y la regularidad del mismo.
Las algas verdes
El agua de la piscina es de color verde. Las paredes, el fondo de la piscina e incluso los accesorios pueden tener manchas del mismo color. Tienen un aspecto pegajoso y pueden hacer que las paredes y el suelo de la piscina sean resbaladizos. La erradicación de las algas verdes requiere un tratamiento adaptado al nivel de contaminación de la piscina.
Algas negras y marrones
Crecen en un árbol y forman manchas negras que cubren las paredes y el fondo de la piscina, pero no necesariamente colorean el agua. Así como las algas verdes, las algas negras o marrones dan un aspecto pegajoso a las superficies que cubren.
Algas mostaza
Las algas mostaza de color ocre crecen en los granos de arena transportados por el viento desde el desierto del Sahara. Forman grupos de color amarillo en la piscina y son particularmente volátiles. Por lo tanto, deberás prestar especial atención al limpiar la piscina.
Algas blancas
No hay que confundirlas con las algas muertas que pueden aparecer tras un tratamiento de cloro de choque, estas algas forman grupos esponjosos en las paredes de la piscina y aparecen principalmente en las zonas de sombra. Por lo tanto, al tratar la piscina, insiste en la limpieza de las paredes.
Algas rosas
Están presentes principalmente en las zonas plásticas de la piscina. Estas algas rojas o de color rosa brillante son en realidad bacterias (hongos). Su desarrollo se ve favorecido por el agua de baño de alta temperatura.
Modo de empleo del tratamiento antialgas para piscina:
Una vez identificado el tipo de algas y seleccionado el agente antialgas, puedes realizar el tratamiento del agua de la piscina siguiendo los siguientes pasos:
- limpia la piscina. Frota las superficies y quita los residuos de algas más grandes con una red;
- testea el pH del agua. Si es demasiado bajo o demasiado alto, equilibra el agua de la piscina con un corrector de pH;
- usa tu tratamiento anti algas: alguicida dirigido, desinfectante o tratamiento de choque. Si la proliferación es muy alta, elige el tratamiento de choque a base de cloro, bromo u oxígeno activo (este último es sin duda el más eficaz).Actúa muy rápidamente matando todas las algas;
- una vez que el tratamiento se haya completado, elimina la mayoría de las algas muertas con una red;
- utiliza un producto clarificante para optimizar la filtración del agua o un floculante para conglomerar los residuos de algas entre ellos. Asegúrate de usar un producto adaptado a tu sistema de filtración;
- finalmente, ¡deja la filtración en marcha! Al final del ciclo, limpia el filtro.
Prevenir la aparición de algas en la piscina
Las algas de piscina son organismos unicelulares que pueden multiplicarse muy rápidamente. Sin embargo, las proliferaciones de algas son un caso especial. Todas las piscinas, especialmente las exteriores, son susceptibles a las algas. Las algas son llevadas al agua por el viento, los bañistas, los animales e insectos que entran en contacto con tu piscina. Para evitar que la máquina se salga de control y contamine el agua, es importante seguir algunas reglas.
Mantén un buen nivel de desinfectante en el agua de la piscina: de hecho, el desinfectante es también un alguicida. Sea lo que sea que uses (bromo, cloro, oxígeno activo, etc.), asegúrate de que esté bien equilibrado. Algunos tratamientos, como la cloración del agua salada, sufren un equilibrio más delicado. En condiciones extremas (una ola de calor, lluvia fuerte), el agua de la piscina se vuelve más propicia para el desarrollo de las algas y debes estar especialmente atento.
Usa un alguicida como suplemento. Si la piscina está al aire libre, es aconsejable tratar el agua con un producto especializado además del desinfectante. Comprueba el nivel de alguicida de dos a cuatro veces al mes, especialmente en verano.
Por último, ten en cuenta que los antialgas no son la única forma de evitar el crecimiento de algas en la piscina. Comprueba regularmente el pH y la temperatura del agua, y asegúrate de que el sistema de filtración funciona correctamente. Una cubierta protege la piscina y también puede ayudar a prevenir el crecimiento de algas. Ten en cuenta que las algas se multiplican en proporción a la cantidad de calor, humedad y luz del ambiente.